domingo, 29 de agosto de 2010

AMAR

Duele amar a alguien y no ser correspondido.
Pero lo que es más doloroso es amar a alguien
y nunca encontrar el valor para decirle a esa persona
lo que sientes. Tal vez Dios quiere que conozcamos
a unas cuantas personas equivocadas antes de
conocer a la persona correcta, para que al fin
cuando la conozcamos, sepamos ser agradecidos
por ese maravilloso regalo.

Una de las dos cosas más tristes de la vida es
cuando conoces a alguien que significa todo y solo
para darte cuenta que al final, no era para ti y la
tienes que dejar ir.

Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra
puerta se abre; pero algunas veces miramos tanto
tiempo a esa puerta que ce cerró, que no vemos la
que se ha abierto frente a nosotros.
Es cierto que
no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos,
pero también es cierto que no sabemos lo que nos
hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos.
Darle a alguien todo tu amor nunca es seguro que
te corresponda, pero no esperes eso; sólo espera
que el amor crezca en el corazón de la otra persona,
pero si no crece, sé feliz porque nacio en el tuyo.

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